"Desde hace tres semanas el espacio en el que transcurre mi vida, es largo y oscuro, cómo el pasillo de Arrabal en Baal Babilonia. Permanezco encerrada en un estrecho habitáculo, añorando la libertad perdida.
He reducido por completo mis movimientos, como quien deja de respirar para no agotar los pocos recursos de que dispone. Cuando trato de estirarme, el roce de la piel contra las paredes de mi prisión me produce dolores intensos, cual si me la arrancaran o me clavaran agujas en cada hueso.
El entumecimiento ha ido en aumento y tengo la sensación de que aunque me dejen en libertad, ya no podré moverme jamás; ¿Me habré transformado en una inutil?"
Así se sentía ella. Una inutil atrapada en una escayola.
Nunca antes había deseado con tanta intensidad la libertad. Tampoco había apreciado los valores que aportaba a la vida de los demás. Ahora podía verlo con claridad; sin ella, cualquier acto cotidiano era una auténtica odisea. Vestirse, cortar un trozo de queso, ponerse calcetines, ducharse, sujetarse el cabello, lavarse las manos, pensar... incluso pensar.
Siempre había creído que "las palabras estaban en la cabeza de quien escribe, y que los dedos, siguéndo órdenes del cerebro, no hacían sino ayudar a plasmarlas en forma de letras." Sin embargo, ahora se preguntaba si acaso las palabras no estarían esperando en algún lugar, ahí, calladas, como la obra que, en el interior del marmol, espera al escultor que venga a rescatarla.
Definitivamente debía ser así... las ideas esperan agazapadas el momento en que una mano las modele en palabras, como habian esperado hasta hoy las que, por fin, le hacían ver lo importante que era para su vida "tener mano izquierda".
Ojala tuviese las manos de escayola, mis palabras nunca se hubiesen plasmado en nada...ojala hubiese aprendido a tener "mano izquierda".
ResponderEliminarReflexiva tu entrada, preciosa, aunque me duela.. y sea la bofetada que debió darme alguien hace mucho tiempo.
Gracias y bsos.
No le damos valor a las cosas hasta que las perdemos, menos mal, que algunas son recuperables.
ResponderEliminarUn besazo, Woman.