Del otro "lado" del Atlántico -EEUU, Canada- dicen provenir un tipo de hombres de similares características que repiten idéntico ritual de conquista.
Son atractivos, de mediana edad y se dedican a la importación / exportación (madera, coches...). La empresa es suya, por supuesto, y casi siempre hablan desde la oficina.
En el primer contacto realizan un largo test con el que sondean tipo de trabajo, marca y color de coche; fecha de nacimiento, hijos, viviendas...
Después vienen las preguntas sobre el amor y el ocio: cómo pasas tus vacaciones, cuáles son tus hobbies, cómo es tu cita ideal... y oh, aquellas otras que le informan sobre tus hábitos placenteros: ¿fumas? ¿cuándo tomaste la primera cerveza? ¿cuándo hiciste por primera vez el amor?
Habitualmente el ritual se realiza en inglés, aunque en esto he apreciado variaciones. Alguno, se toma la molestia de utilizar un traductor automático, que empeora sobremanera la comunicación. ¡Todo un detalle!
Hasta ahí todo puede parecer "normal", incluso lógico... Lo extraño viene cuando, también tú, sondeas en sus vidas... y a todas las coincidencias anteriores hay que añadir la de ser viudos y tener un hijo adolescente -increiblemente- con el mismo nombre en varios de los casos.
No buscan alguien con quien vivir sino "una mujer sin la cual no puedan vivir". ¡Y la encuentran! porque... por supuesto, se enamoran repentina y locamente de ti, y agradecen a Dios que te haya puesto en su camino. Como dice la canción: "¡No pueden vivir sin ti... no hay manera!".
Y una, que todavía tiene capacidad para sorprenderse, ante tanta insensata coincidencia, se pregunta: ¿Tendrán allí un manual sobre "Cómo conquistar a una española ingenua en Internet" o habremos de esperar un tiempo para saciar la curiosidad y ver cuál es la estafa que nos tienen reservada?